pronto los dias pasaran
y no importara nada mas
el dolor morira
y tu recuerdo vagamente rondara
aunque a veces las estrellas te reclamen,
no llegaran a mi sus fugacez destellos
y los te quiero sonaran lejanos
como un murmullo en la ventana del tiempo
una sombra del olvido
una gota de lluvia acabada
un par de infelices sin nombre,
porque soy como este gato,
no pertenecemos a nadie.
Nadie nos pertenece,
ni siquiera el uno al otro.
Desayuno con Diamantes
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